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martes, 24 de diciembre de 2019

Carro de paradas

La preparación y mantenimiento del carro de paradas es de vital importancia ya que es un material necesario ante urgencias médicas que comprometen la vida del paciente y por lo tanto su uso se da en situaciones de extrema urgencia en las que debe asegurarse que todo el material está correctamente colocado y disponible en dicho carro.
  •  El carro de paradas deberá contener el material imprescindible para la atención inmediata del paciente en parada    
  • Se recomienda revisar el carro,estableciendo en cada unidad/área cuantos integrantes del grupo de enfermería lo realizan.  
  • Se recomienda que todo el personal de enfermería se familiarice con su contenido, estableciendo turnos rotatorios para su revisión.   
  • Anotar en la hoja de registro de control y reponer cualquier anomalía o deficiencia en el carro tras su revisión.   
  • La revisión se realiza siempre después de su uso, y de forma periódica, tal y como establezca la propia unidad.   
  • Se recomienda las revisiones mensuales del carro de parada para la identificación de material fungible y medicación caducadas.   
  • Revisar el funcionamiento del desfibrilador una vez al día. Se realizará una inspección del aparato, incluyendo una descarga de prueba. Debe asegurarse que el equipo dispone de batería cargada al inicio de cada turno y después de su utilización.  
  • Revisar la integridad del carro y precinto 1 vez por turno. 
Dotación del carro:
  • Desfibrilador externo convencional, DEA o DESA. Que dispongan de parches adhesivos y gel conductor. 
  • Tablero rígido de reanimación 
  • Material para aporte de oxígeno suplementario
  • Ambú 
  • Contenedor de residuos punzantes 
  • Carpeta con hojas de registros 
  • Material de soporte circulatorio 
    • Material para perfusión 
    • Material fungible 
    • Otros (gasas, compresas, apósitos, esparadrapo, guantes estériles, clorhexidina alcoholica)
  • Material de ventilación manual y oxigenoterapia (cánulas, mascarillas, alargaderas...)
  • Material de intubación (laringoscopios, tubos endotraqueales, guías de intubación, lubricante hidrófilo, jeringas, cintas de fijación...)
  • Medicación 
    • Imprescindible: adrenalina amiodarona, lidocaína, sulfato de magnesio y bicarbonato sódico. 
    • Recomendada: vasopresores (dopamina), cardioactivos (atropina), anestésicos (diazepam), relajantes musculares (suxametonio), glucosa, cloruro de calcio y naloxona. 
    • Fluidoterapia


Fuente: Servicio madrileño de salud. Procedimiento de dotación y mantenimiento del carro de parada cardio-respiratoria en adultos, en el ámbito hospitalario. [Internet]. Junio de 2014 [Junio 2017, 24 diciembre 2019]. Disponible en: http://www.codem.es/Adjuntos/CODEM/Documentos/Informaciones/Publico/c6032233-3266-4865-a36d-234b4d0adbe0/c280dc34-1a41-44c1-b8c0-7220a2d0a1ef/9225281b-118a-4edd-bf29-c6dc3256b5d3/9225281b-118a-4edd-bf29-c6dc3256b5d3.pdf

Miriam Blanco


domingo, 22 de diciembre de 2019

Punción lumbar





Una punción lumbar consiste en la introducción de una aguja entre dos vértebras lumbares con el objetivo de extraer una muestra de líquido cefalorraquídeo, líquido el cual rodea al cerebro y médula espinal para protegerlos.
Esta técnica se realiza para poder diagnosticar con mayor facilidad infecciones graves, como la meningitis; u otros trastornos del sistema nervioso central. También puede permitir estudiar la existencia de cáncer en cerebro o médula.
Además de la finalidad diagnóstica, en algunos casos, los médicos utilizan la punción lumbar para la inyección de medicamentos, sobre todo anestésicos o quimioterapéuticos en el interior del líquido cefalorraquídeo.
Para la realización de esta compleja técnica se necesitarán, un médico, un enfermero, un TCAE y un celador. Antes de proceder a la punción debe llevarse a cabo la preparación tanto del personal como del paciente. El personal debe asegurarse de que todo el material que necesite esté a su alcance, lavarse las manos y colocarse los guantes.
En el caso del paciente se debe llevar a cabo la identificación, aportarle a información necesaria tanto al paciente como a la familia, fomentar la colaboración, preservar la intimidad y proceder a la colocación correcta del paciente.
En el caso de este procedimiento, el paciente puede estar en dos posiciones dependiendo de la finalidad de la técnica:
  • Decúbito lateral con las rodillas flexionadas y la pelvis hacia los hombros, manteniendo el plano de la espalda paralelo al suelo 
  • Sedestación con inclinación hacia delante con los hombros relajados y brazos en el regazo o sobre un mueble auxiliar. 




El procedimiento sigue unos pasos concretos; 
1 Indicar al paciente que no se mueva y que respire suavemente.    
2. Limpiar la zona con un antiséptico, realizando movimientos circulares desde el centro hacia la periferia. Dejar secar. 
3. Aplicar anestésico local por pulverización cutánea.
4. Colaborar con el médico en la técnica.
5. Vigilar posibles reacciones adversas del paciente durante la técnica.
6. Aplicar presión directa sobre la zona tras retirar el trocar y cubrir con apósito estéril. 
7. Identificar los distintos tubos de analítica y proceder a su envío.   



Fuente: Hospital Universitario Virgen del Rocío. Manual de Procedimientos Generales de Enfermería. Sevilla. Junio 2008. [Consultado el día 22 de Diciembre 2019].
Disponible en: http://intranet/enfermeria/manual_procedimientos_enfermeria.html 


Miriam Blanco

sábado, 21 de diciembre de 2019

Intubación endotraqueal

La intubación endotraqueal se corresponde con un conjunto de actividades encaminadas al aislamiento y protección de la vía aérea, facilitando la ventilación artificial y la aspiración de secreciones. Es un procedimiento en el cual se coloca una sonda en la tráquea a través de la boca o la nariz. En la mayoría de las situaciones se introduce a través del orificio bucal.
Los principales objetivos de esta técnica son:
  • Mantener la permeabilidad de la vía aérea 
  • Favorecer el intercambio gaseoso 
  • Eliminar los bloqueos de las vías respiratorias 
  • Permitir mejor visibilidad 
  • Proteger los pulmones de broncoaspiración 





Este es un proceso complejo en el que intervienen un médico, un enfermero y un TCAE. En el momento en que el personal está organizado y listo para llevar a cabo dicha técnica; antes de proceder, deben asegurarse de que todo el material se encuentre a mano, se ha llevado a cabo la higiene de manos y la colocación de guantes. A continuación se comienza la preparación del paciente al cual es necesario identificar e informar del procedimiento a realizar, además, en esta maniobra concreta debe colocarse en decúbito supino sin almohada y con la cabeza en hiperextensión. Una vez comprobada la correcta realización de todos los pasos previos, pasamos a la intubación:
  1. Verificar monitorización 
  2. Comprobar ausencia de prótesis
  3. Comprobar funcionamiento del balón del tubo endotraqueal 
  4. Asegurar buen funcionamiento del laringoscopio 
  5. Retirar el cabezal de la cama y separarla de la pared 
  6. Limpieza bucal y aspiración de secreciones 
  7. Administración de sedante o relajante 
  8. Hiperoxigenar 
  9. Entregar el laringoscopio con el fiador introducido, pinzas de Magill y lubricante, si precisa 
  10. Tras la intubación exitosa, inflar el balón y comprobar la correcta colocación. 
  11. Fijar el tubo, anudando una venda por encima de ambas orejas 
  12. Comprobar la ventilación
  13. Conectar al ventilador 
  14. Colocar cabecero entre 30-45º
Como consejos especiales, debe realizarse una higiene bucal con clorhexidina cada 8 horas, cambio de la fijación cada 8 horas, comprobar que el tubo continúa al mismo nivel que cuando se colocó y evitar la sequedad de los labios.

 

















Fuente: Unidad de apoyo a la calidad de los cuidados. Manual de procedimientos generales de enfermería [Internet]. Andalucía. Junio de 2012 [21 de diciembre 2019]. Disponible en: https://www.sspa.juntadeandalucia.es/agenciadecalidadsanitaria/observatorioseguridadpaciente/gestor/sites/PortalObservatorio/es/galerias/descargas/recursos_compartidos/procedimientos_generales_enfermeria_HUVR.pdf                                     

Miriam Blanco



Oxigenoterapia

La oxigenoterapia, como bien dice su nombre, se basa en la utilización de oxígeno como medida terapéutica. Esta es tratamiento administrado por enfermería en el que se proporciona oxígeno al paciente a una concentración o presión mayor al de la atmósfera para mejorar su estado respiratorio y posteriormente se controla su eficacia. Para llevar a cabo esta terapia deberemos seguir lo siguiente:


Material:

  •  Mascarilla de oxígeno.
  •  Cánulas nasales. 
  •  Humificador (aquapack). 
  •  Material para aspiración de secreciones. 
  •  Toma de oxígeno de pared o bala de oxígeno. 
  •  Flujómetro. 
  •  Tubo de oxígeno. 
Resultado de imagen de oxigenoterapia poster

  Procedimiento:

  1. Realizar lavado de manos.
  2. Preparar el material necesario.
  3. Informar al usuario y familia de la terapia.
  4. Conectar humidificador y comprobar el nivel de agua.
  5. Conectar a la fuente de oxígeno y comprobar el flujo.
  6. Colocar dispositivo de administración de oxígeno al paciente.
  7. Ajustar la concentración de oxígeno a la prescrita.
  8. Colocar al usuario en semi-fowler si es posible. 
  9. Aspirar secreciones si necesario
  10. Comprobar periódicamente el dispositivo de aporte de oxígeno para asegurar que se ad- ministra la concentración de oxígeno prescrita y el cumplimiento de las medidas de segu- ridad (por ejemplo, no fumar...)
  11. Comprobar la eficacia y efectividad de la oxigenoterapia, valorando color de piel y muco- sas, frecuencia respiratoria y valores de la gasometría.
  12. Vigilar la aparición de signos de toxicidad por oxígeno y de erosiones de la piel en las zonas de fricción de los dispositivos de oxígeno.
  13. Mantener el dispositivo de aporte de oxígeno (mascarilla, gafas nasales,etc.) limpio. 
  14. Recoger material. 
  15. Registrar en la documentación de enfermería: procedimiento, motivo, fecha y hora de inicio, volumen, incidencias y respuesta del usuario.

Es importante saber también que hay casos especiales en los que la administración de oxígeno será de un modo indicado, por ejemplo en pacientes con obstrucción crónica del flujo aéreo la administración de oxígeno debe ser a flujos bajos (<4 L/min). Además debemos estar siempre vigilantes de que los pacientes no se quiten las gafas nasales o mascarilla más del tiempo necesario ya que no estaría obteniendo el oxígeno necesario.


La información ha sido obtenida de: 
División de enfermería HZE. Manual de normal y procedimientos enfermeros servicio de internación [Internet]. Esquel; 2018 p. 53-54. Available from: http://www.ministeriodesalud.chubut.gov.ar/wp-content/uploads/2019/05/MANUAL-TÉC.-Y-PROCEDIM.-HZE.pdf

Paracentesis

La paracentesis es una técnica invasiva en la cual, mediante una punción percutánea abdominal se evacúa líquido de la cavidad peritoneal. Puede tener una finalidad diagnóstica o terapéutica. Para llevar a cabo esta técnica necesitamos:



  • Guantes, mascarilla, bata y paños estériles 
  • Solución de povidona yodada 
  • Anestésico tópico, jeringas y aguja subcutánea o frío 
  • Jeringa de 20ml o mayor 
  • Angiocatéter
  • Conexión y bolsa para drenaje 
  • Tubos para recolección de muestra 
  • Albúmina o expansores de volumen sintéticos



La técnica consiste en la evacuación de líquido del abdomen, para la cual existen unos pasos concretos a seguir y llevar a cabo el procedimiento adecuadamente; 
  1. Vaciar vejiga
  2. Decúbito supino semiinclinado y ladeado a la izquierda (cabecera ligeramente elevada)
  3. Identificar el punto de punción (normalmente en la línea imaginaria entre el ombligo y la espina ilíaca izquierda, a nivel del tercio externo, evitando cicatrices)
  4. Aplicar antiséptico (povidona yodada) y colocar paño estéril. 
  5. Crear un habón con el anestésico tópico en el punto de punción o aplicar frío 
  6. Antes de la punción, realizar tracción de la piel. En el caso de las paracentesis diagnósticas podemos utilizar una aguja intramuscular de calibre 12-14, pero para las evacuaciones es aconsejable un angiocatéter. 
  7. Para ambos tipos de paracentesis, puncionar de manera paralela a la pared abdominal. 
  8. En las diagnósticas, extraer entre 20 y 50 ml en función de la necesidad para la muestra. Para una valoración urgente solo se precisará un tubo, sin embargo, para el estudio normal hacen falta 3 (de biquímica, cultivo y citología). Si además se desea hacer un estudio de tuberculosis se necesitará un tubo extra. 
  9. En pacientes cirróticos es necesario realizar una expansión del volumen sanguíneo, por lo tanto, cuando se extraen más de 5 litros de líquido ascítico, se infundirá un vial de albúmina de 50ml al 20% por cada 1.25 L de líquido extraído.



Fuente: Lamarca Pinto, Eduardo: Pérez Miranda, Ayose. Paracentesis [Internet]. España. 2014 [21 de Diciembre 2019]. Disponible en: https://cv.usc.es/pluginfile.php/655402/mod_resource/content/1/Paracentesis.pdf 


Miriam Blanco





Vendajes funcionales

El sistema músculo-esquelético ejerce apoyo y movilidad al organismo. El sistema puede sufrir distintos tipos de lesiones traumáticas:
  • Fracturas: pérdida de continuidad en el tejido óseo. 
  • Luxaciones: separación de mayor o menor grado de los huesos que se unen en una articulación. 
  • Contusiones: propias de los tejidos blandos. 
Todas estas lesiones pueden ser tratadas de forma quirúrgica u ortopédica. Esta última se define como la técnica que busca corregir o evitar las deformidades del cuerpo humano mediante vendajes, inmovilizaciones u ortesis (aparatos externos que funcionan como soporte). 
La inmovilización es el conjunto de técnicas dirigidas a conseguir de modo temporal o permanente, la supresión parcial o total de todos los movimientos de un miembro o zona. Existen además otras funciones como la de fijar apósitos o férulas, favorecer el retorno venoso, ejerciendo presión, aislar heridas o moldear zonas del cuerpo (por ejemplo, un muñón tras una amputación). 
Para llevar a cabo esta técnica debemos contar con; 
  • Vendas de distintos tamaños y materiales 
  • Apósitos o esparadrapo para fijar 
  • Tijeras 
  • Guantes 
  • Si es necesario, rasuradoras, material de curas o pomadas. 
El procedimiento consta de unos pasos concretos: 
  1. Preparar el material necesario para el tipo de vendaje elegido. 
  2. Proceder al lavado de manos y colocación de guantes. 
  3. Identificar al paciente e informar del procedimiento a realizar (pedir colaboración)
  4. Proporcionar intimidad. 
  5. Colocar el miembro en una posición funcional (articulaciones levemente flexionadas) 
  6. Asegurar que la zona esté limpia y seca. Si existen heridas proceder a la cura antes de vendar. 
  7. Para comenzar a aplicar el vendaje cogeremos una venda de algodón, comenzando por la parte más distal y anterior de la zonda a sujetar. (Las personas diestras colocan la venda de izquierda a derecha)
  8. Vendar de manera homogénea sin ejercer presión y cubriendo correctamente las prominencias óseas. 
  9. Continuamos con venda elástica (también de la zona distal a la proximal) ejerciendo la presión que sea necesaria y de la forma correcta con respecto a cada tipo de vendaje. 
  10. Para finalizar, fijar con esparadrapo o un apósito la venda, en un lugar alejado de la zona de lesión. 
    Ejemplo de vendaje funcional de tobillo


Fuentes: Gómez Enríquez, Cristina, Rodríguez Rodríguez, Mª José. Vendajes en inmovilizaciones. Manual de bolsillo para enfermería [Internet]. España. Junta de Andalucía. 2015 [21 de diciembre 2019]. Disponible en: https://www.picuida.es/wp-content/uploads/2015/09/Manual-Venajes-Jerez.pdf
 Miriam Blanco 

viernes, 20 de diciembre de 2019

Manejo del bisturí

El bisturí es un instrumento corto punzante propio del área de la salud, utilizado en innumerables procedimientos en los cuales se necesite llevar a cabo el corte de materiales duros y semiduros y dominado en gran parte por los profesionales de enfermería.
Existen unas medidas preventivas que hay que tener en cuenta antes de proceder al uso del bisturí:
  • Retirar anillos, pulseras o reloj
  • Colocarse los elementos de protección personal como gafas o guantes de vaqueta
  • Comprobar buen estado del filo 
  • Movimientos desde el cuerpo hacia fuera de este
  • Mantener distancia apropiada con el resto del equipo
  • Proteger la cuchilla con el capuchón 

Tras tener en cuenta las medidas de prevención, se procede al montaje del mismo; ya que consta de dos partes, una cuchilla y un mango; los cuales se encajan en el momento de utilizarlo. Técnica de montaje del bisturí: 



Dependiendo del uso que se le quiera dar al bisturí se agarrará de una manera u otra, sosteniéndolo de distinta forma en cada caso. En el caso de que el tejido a cortar sea la piel o tejidos similares a esta, se agarra el manejo de forma similar a un cuchillo de mesa, suspendiendo el bisturí horizontal, suspendido entre el pulgar y el dedo corazón. El anular y el meñique rodearán el mango y el índice se coloca en la parte superior de la hoja, cerca de la base. El final del mango se sitúa sobre la palma de la mano.  También se utiliza para este tipo de corte la cogida de arco de violín. 

En caso de necesitar un corte más profundo o preciso y pequeño, el bisturí se cogerá como un lápiz o grafo. 





Fuentes: https://www.arlsura.com/images/herramientas/pdfBisturi.pdf 
  Míriam Blanco 














Epistaxis

La epistaxis se define como cualquier hemorragia con origen en las fosas nasales. En griego significa "fluir gota a gota". Podemos diferenciar dos tipos de hemorragias nasales; las anteriores y las posteriores.
Las anteriores son más comunes, se producen en la parte delantera del tabique nasal, zona muy vascularizada. Se caracterizan por la proliferación de sangre por un orificio nasal o por ambos.
En el caso de las posteriores, suponen aproximadamente el 10% de estos sangrados. El signo fundamental es la caída de sangre a través de la faringe y el tragado de la misma, esta caída de sangre se evidencia pidiendo al paciente que abra la boca y observando el sangrado activo por detrás de la úvula.
Tipos de epistaxis de: md.saúde


En la mayoría de los casos, se trata de un proceso que se soluciona por sí solo, espontáneamente, pero existe una serie de indicaciones a seguir en caso de aparición de epistaxis. En el momento de la aparición, la enfermera recomendará al paciente sentarse, inclinar la cabeza hacia delante y presionar las alas nasales por sí mismo en caso de que posea la autonomía y capacidades suficientes. Al contrario de lo que se cree habitualmente, el colocar la cabeza en hiperextensión solo provoca el cese de sangrado por fosas nasales, sin embargo; la sangre fluye hacia el interior del cuerpo produciendo irritación de la mucosa digestiva. La presión debe mantenerse entre 5 y 10 minutos, si el sangrado persiste, debe avisarse al facultativo para valorar la situación y determinar la importancia y la procedencia de la epistaxis.

Tampoco se recomienda el taponado de las fosas nasales ya que puede formarse un coágulo, lo que llevará al nuevo sangrado al proceder al retirado del tapón de algodón o gasa.





Fuentes: Martínez JA, Garrido AM, Martínez N, Pinos PJ, Gil Romea I, García A. Actuación ante una epistaxis. Medicina Integral 200;295-301



Miriam Blanco

Pruebas de la Alergia: Prueba cutánea con punción

Seguro que no es la primera vez que hemos escuchado a alguna persona decir: soy alérgico a los gatos, a los cacahuetes, a los ácaros ......