viernes, 29 de noviembre de 2019

Cuidado de quemaduras

Las quemaduras son lesiones tisulares originadas como resultado de un traumatismo físico o químico. Según el grado del daño, puede producirse desde una leve afectación de la piel hasta la destrucción total de los tejidos. Las características principales de este tipo de lesión son la desnaturalización proteica, la destrucción celular y la abolición del metabolismo de estas.


Las personas que sufren quemaduras, se enfrentan a problemas relacionados con la falta de integridad de la piel, complicaciones como la infección y el dolor, así como la aparición de secuelas invalidantes y psíquicas que pueden afectar su imagen corporal. La gran prevalencia y peligrosidad de las quemaduras obliga a la creación de un protocolo de atención a pacientes con este tipo de lesión.

La atención inicial es común a todo tipo de quemaduras:
1.Primera valoración siguiendo el esquema ABCD (vía aérea, respiración, circulación y estado neurológico).
2. Dos vías venosas de grueso calibre para reposición hídrica
3. Analgésico, preferentemente por vía intravenosa.
4. Retirar todos los objetos y ropa próxima a la zona de quemadura.
5. Monitorización de constantes vitales de forma continua o al menos cada 15 minutos.
6. Si el edema elevar la zona afectada.
7. Si el químico implicado está en una forma seca cepillar la sustancia química de la piel.
8. Irrigar la quemadura con cloruro de sodio al 0,9% frío (15 grados) durante unos 20 - 30 minutos. Detenerla si la temperatura corporal es igual o inferior a 35º C.
9. En quemaduras oculares irrigación continua, preferiblemente a través de un bolsa/botella de suero intravenoso de cloruro sódico al 0,9% conectada a un sistema de infusión.
10. Valorar la colocación de sonda urinaria.
11. En quemaduras mayores administrar profilaxis de úlcera por estrés según prescripción médica. 12. Valorar la coexistencia de otras patologías.
13. Evaluar la necesidad de profilaxis antitetánica.
14. Evaluar el tamaño y la profundidad de la quemadura.

Una vez realizada la atención primaria, se procede a una atención más especializada según el grado de la quemadura sufrida

1. Quemaduras epidérmicas superficiales:
a) Vendaje de protección o productos en crema (emolientes).
b) Revisar cada 48 horas.

2. Quemaduras dérmicas:
a) Analgesia adecuada.
b) Limpiar la herida con cloruro de sodio al 0,9% o agua del grifo tibia.
c) Retirar cualquier resto de tejido necrótico o desvitalizado mediante desbridamiento.
d) Dejar las ampollas intactas. Considerar aspirar ampollas grandes y las que puedan romperse (muy tensas) o se encuentren en una zona incómoda.
e) Cubrir la herida con un apósito primario no adherente. Aplicar un apósito secundario absorbente no fibroso.
f) Revisar el vendaje a las 24 horas y después cada 48 horas. Las siguientes revisiones se pautarán en función de las características de la quemadura y el apósito.



Fuente: Toribio Felipe, Rosaura. Cuidados de enfermería en las quemaduras [Internet]. Extremadura. Junio de 2005 [Diciembre 2010; Diciembre 2012]. Disponible en: http://www.areasaludplasencia.es/wasp/pdfs/7/711105.pdf

Miriam Blanco

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